REFORMA LABORAL: UN MAR DE PREOCUPACIONES


Regreso del banco. Tengo una deuda y planeo pagarla de una manera confusa. Platico con el Ejecutivo de cuenta y confirmo su punto de vista: es importante tener un buen historial crediticio.
     Ser ciudadana se materializa en el momento en que aparezco como titular de una cuenta en un banco, cuando ya puedo obtener créditos. El banco es como una puerta automática. Apenas te acercas ellos te dan gustosamente la bienvenida y ofrecen un sinfín de servicios, con la única condición de que cuentes con el respaldo de tu salario.
     Supongo que nuestra historia social nos inculcó la idea de que, con un título profesional, podrías acceder a un nivel económico igual o mejor que el que tus padres tuvieron. En mi caso fue así. Por lo tanto, aún me aferro a la idea que podré tener una estabilidad económica y material conforme mayor sea mi profesionalización.
     Sin embargo, un pequeño obstáculo se interpone entre mis sueños guajiros y la cruda realidad: el trabajo. Por el momento tengo uno en el que me siento a gusto, pero sé que no será un trabajo para el resto de mi vida laboral por el simple hecho de que no existe esa cláusula en mi contrato. Ahora bien, bajo este paradigma, me hago a la idea de que por lo menos una temporada la tendré librada.
     Entonces ¿a dónde se van mis esperanzas de un futuro sólido?
Estoy a pocos meses de cumplir 30 años. En mi caso, la crisis existencial no viene por el hecho de sentirme más vieja. Desde los 17 albergué la idea de independizarme, pues sabía que era la única manera de tener el estilo de vida que deseaba. Entonces, mientras más años tengo, mi persona se ha vuelto más creíble dentro de esta extraña sociedad (no sé cómo explicarlo, pero no fue lo mismo decir que era independiente a los 18, cuando todos me veían  con cara de que "no sabes lavar tus calzones"; a cuando tienes 29 y dices "soy una persona económicamente independiente").
     Cumplir los 30 representa para mí iniciar la planificación de mi familia. Y si, soy una persona materialista porque en verdad la vida te enseña que debes ser así. Sabes que desde el amanecer necesitas desayunar, y para eso el refri debe estar lleno; debes utilizar un transporte para dirigirte a la escuela o al trabajo, y necesitas dinero; debes comprar libros, necesitas vestirte, bañarte y calzarte, necesitas ingerir alimentos por lo menos 3 veces al día... La vida diaria es un asunto de dinero.
     Y bueno, si una persona es como yo, y de pronto le brinca el bichito de la "cultura" empieza a tener parámetros un poco más snobs, y entonces hay que ir a tal o cual concierto, a tal o cual presentación; es necesario tener tal o cual objeto que finalmente represente el acceso a otra cosa, algo que va más allá del dinero pero que no obtienes sin él... Y claro, inmediatamente viene a mi mente pero si mi madre hubiera tenido dinero, seguro que desde pequeña me hubiera comprado más libros, hubiera invertido mucho más en mi educación, me hubiera inscrito en las mejores escuelas de la ciudad... Y como yo no lo tuve, quiero que mi descendencia sí.
     Sin embargo me encuentro con la triste realidad, quien parsimoniosamente me dice que todo aquello sólo son más sueños guajiros porque simplemente no tengo el dinero...
     Y es que la Consultora De la Riva Group ha realizado un análisis para la población mexicana, confirmando que mis sueños son la realidad de la Clase Media, cuyo ingreso mensual es de 13,500 a 40,599 pesos mensualesDefinitivamente no correspondo a ese nivel social, pero como me gusta hacerme ilusiones, he intentado con mi sueldo obtener ciertas cosas, ciertos objetos que me den un aire de clase media, de ese gran sueño guajiro.
     Aquí es donde ya empiezan mis problemas: No tengo un trabajo fijo, no gano lo suficiente para formar parte de la clase media, soy soltera, no mantengo a nadie, tengo una deuda en el banco, quiero seguir profesionalizándome... y quiero ser madre en 5 años.
     ¿Cómo le voy a hacer?
Cuando le dije a mi mamá por primera vez que me quería dedicar a esa cosa del arte y la cultura, sus ojitos asombrados sólo alcanzaron para manifestar una gran preocupación: ¿qué iba a ser de mí? ¿a qué me iba a dedicar? Con cierto gusto puedo decir que esa idea pre-establecida en las profesiones de este giro me han impulsado, pues sabiendo que estás en el desamparo, tu primera tarea será luchar contra corriente.
     El mayor problema lo tienen colegas de otros giros profesionales. Un abogado, un médico, un administrador, y todos las demás, tenían la idea de que el futuro estaba casi resuelto. Sin embargo, las opciones laborales se han estandarizado, y ya no importa tu profesión porque no tendrás beneficios adicionales a partir de tu empleo.
     Y por si esto fuera poco, quiero ser madre...
¿Cómo podré ser madre en 5 años cuando no puedo asegurar que podré dar a luz en alguna institución de salud? ¿Cómo podré ser madre cuando no sé si tendré el dinero para pagar en una clínica privada? ¿Cómo sabré si tendré una casa propia cuando sea madre? (Y esto es sólo el inicio)
     Y encima de todo lo anterior están las AFORES
Ahora resulta que, en el supuesto de que tengas contratos anuales, tendrás un porcentaje que se canaliza para un ahorro para el retiro, porque es importante hacerse a la idea de no trabajar toda la vida, que después de 30 o 40 años es justo descansar, obteniendo beneficios de los años laborales previos...
     Entonces que alguien me diga ¿CÓMO PAGAR MI AHORRO PARA EL RETIRO CUANDO NO ME ALCANZA NI PARA QUERER SER MADRE?

Comentarios

  1. Mi estimada Damiana... pues sí, no sos la única que se las anda viendo medio negras... Y peor aún cuando uno se da cuenta de que quiénes son los que están en esa clase media que dictan las estadísticas. Algo hizo uno mal tratando de hacer las cosas bien. Nos vendieron un paquete turístico para las Bahamas y nos mandaron a Haití. O ya no sabe uno quién aquí está mal, o de qué se trata esto. Pero, en fin, no puede uno quedarse de brazos cruzados: habrá que ingeniárselas. Somehow.

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  2. Si... cada vez me preocupa esta situación debido a mis planes, que y se han vuelto de mediano plazo. Me sorprende más cómo podemos ser felices, cómo nos la ingeniamos para ver siempre un halo entre tanta oscuridad. Saludos!

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