PRIMERO DE MAYO: SU IMPORTANCIA

Este nuevo siglo ha traído muchos avances y también temas tabú.

Uno de ellos es precisamente hablar del 1o de Mayo. Muchos sabemos que gracias a este día, junto con el 30 de abril, tenemos un grandioso puente y así aprovechamos para pasear o simplemente estar viendo la televisión o lo que se nos venga en gana.

Ya nadie habla de que este día de asueto ha sido el fruto de personas que alguna vez pensaron que los trabajadores tenían derechos, porque  en algún momento de la historia la gente trabajaba más de 8 horas, en condiciones infrahumanas y con un salario miserable. 

(Aunque lo dicho en el párrafo anterior se ajusta a nuestra realidad como mexicanos, qué curioso.)

Y es todavía más curioso que las personas que lucharon por estos ideales eran unos revoltosos, llamados anarquistas, socialistas, comunistas, y muchos más que el día de hoy, con sólo mencionar estos sustantivos, causan demasiado escozor en los discursos oficiales.

Sin embargo, hace ya muchos años, por ahí de 1923, surgió una revista en Yucatán. Su tercera época comenzó justamente un 1o de mayo. La intención era publicar diversos escritos desde una ideología socialista, o tal vez sería mejor decir con una ideología de izquierda; porque esta revista (junto con el Partido que la creó) era tan novedosa, que fue la primera revista dirigida por un partido oficial de izquierda en toda Latinoamérica. Era tan novedosa, que incluso representantes de Rusia llegaron a la tierra del Mayab para conocer este proyecto sui géneris.

Pero lo que les digo tiene ya mucho tiempo. Ya casi nadie recuerda qué pasó en Yucatán (ni l@s propi@s yucatec@s).

Como sabrán, suelo ser melancólica en ciertas ocasiones. Por esa razón les anexo algunas páginas de aquella maravillosa revista que enseñó muchísimo a una generación que llevaba todavía las marcas de la esclavitud del siglo xx (si no me creen, lean "México bárbaro"). Me llena de nostalgia porque yo sé que soy fruto de este pensamiento de hace muchos años; porque la historia de mi familia se remonta a una época donde mis antepasados tuvieron la oportunidad de cambiar su forma de vida; fue un tiempo donde descubrieron que existía una palabra llamada libertad, y que esa palabra condujo a su realización en la vida real. 

Y así fue como mi familia tuvo la primera oportunidad de descubrir que uno no nace y muere siendo esclava de nadie...

Sin embargo, sigue siendo muy triste que el día de hoy ya no exista una posibilidad real de tener calidad de vida, y que el día de hoy sea de asueto sabiendo que mañana se regresará al trabajo de más de 8 horas con un salario que no alcanza para tener dicha calidad...

Por el momento, lo único que puedo hacer es compartirles aquéllos artículos que se escribían en Mérida durante Mayo de 1923.

¡Saludos!

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